Sociedad:
VALPARAÍSO EN LLAMAS:
¡DE QUE SIRVE EL PATRIMONIO SIN HUMANIDAD!
Carlos BERMÚDEZ (*)
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VALPARAÍSO, Chile (EUROLATINNEWS) - Los que desesperadamente corren hoy cerro abajo en Valparaíso, son los que siempre han corrido entre cerros de injusticias, viviendo en improvisados barrios, sin agua ni luz.
Son los que corren desde el amanecer para tomar el microbus, corren porque no tienen ascensor en su cerro, corren para llegar temprano al Hospital para alcanzar un número y pasar todo el día esperando respuesta a una urgencia.
Los que corren hoy en Valparaíso -tras los dantescos incendios-, con poquitas cosas recuperadas de las llamas, son los que menos cosas tenían para perder.
El fuego se apoderó de los cerros porteños, pero no se preocupe señor turista, el incendio estaba lejos de los grandes hoteles.
Se ha quemado el conventillo de la peruana, las casas que brotaron como callampas en los cerros.
Ardieron en tres días los barrios que no salen en el mapa turístico de un Valparaíso orgulloso de ser Patrimonio de la Humanidad, porque en este mapa todo acaba en las avenidas mejor habilitadas antes de llegar al corazón herido de la cadena de cerros porteños.
Valparaíso le dice a los turistas que lo visitan que no se preocupen, pues no se está quemando la Sebastiana (Casa de Neruda en un cerro alejado de las llamas), que el muelle Prat está protegido, al igual que los cafés-butiques del Cerro Alegre.
Los bares del puerto y los pubs de Cumming siguen atendiendo, fabricando ebrios en la ciudad con mayor tasa de alcoholismo en Chile.
Tengo que decirlo: me indigna ver a estos turistas preguntando por los ascensores. No entiendo que se alegren por la céntrica Plaza Victoria indemne, cuando ya son 15 personas las que han muerto calcinadas.
No entiendo que pregunten por la casa de Neruda, si a él ya no le sirve, pero si le servían sus viviendas a los humildes de los cerros que vieron como eran calcinadas 2.500 casas.
Usted, señor turista tiene otros 38 cerros que visitar el próximo verano, pero ahora son 11.000 los evacuados que no tienen dónde ir.
De qué nos sirve el Patrimonio si no hay Humanidad.
(*) Carlos BERMÚDEZ, Cineasta chileno, residente en Buenos Aires
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